Obrador de la heladería Perandrés
La intervención se realiza en la planta baja de un edificio característico del casco histórico de la ciudad de Granada, próximo a la Catedral y con fachada a la calle Zacatín, estando catalogado dentro del plan especial área centro. La imagen y las instalaciones de la antigua librería se habían quedado obsoletas y la empresa pretendía adaptar el local a las estrategias de venta actuales.
El proyecto parte de las condiciones urbanas de la calle peatonal, tradicionalmente comercial, buscando la continuidad visual entre esta y el interior de la librería. El proyecto quiere convertir todo el local en un escaparate-anuncio, que invite a la entrada al establecimiento de forma fluida y natural.
Estos conceptos se construyen a partir de la colocación de un cerramiento transparente de vidrio laminado de suelo a techo con carpintería de acero inoxidable oculta, el estudio de la iluminación indirecta a techo que refuerza la percepción del fondo del local y la continuidad de los materiales en fachada y en suelo del local con despieces de piedra de Sierra Elvira.
Durante la rehabilitación se eliminaron las humedades transmitidas por el terreno mediante el vaciado de una capa de 50 cm que fue sustituida por una lámina impermeabilizante, una capa de zahorra, solera de hormigón armado y solería. También se reforzaron y sanearon las vigas de madera del forjado y se desenfundaron y limpiaron los pilares de fundición que caracterizan a la librería actualmente.
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