Beach Club Playa Granada

El obrador de la heladería se ubica en el bajo de un edificio con fachada anodina y opaca en color beig. La maquinaria, la disposición de los espacios y el modo de realización de los procesos de trabajo se han quedado obsoletos y poco eficientes.
Emilio Perandrés es un cliente exigente y con sentido y gusto estético, atiende al cuidado de los detalles y valora las cosas bien hechas. Nos encarga la reforma del obrador explicándome todos los detalles del proceso de trabajo para la elaboración de los productos de su heladería. El obrador ha de ser una “máquina” perfecta para optimizar y facilitar dicho proceso. Así lo abordamos atendiendo al recorrido de proveedores o empleados de la heladería, y ubicando la maquinaria, los planos de trabajo y las zonas de almacenamiento o lavado adecuadamente.
El diseño interior juega con la composición minimalista de los elementos y los materiales, en tonos blancos, grises y acero inoxidable. Se introduce iluminación natural al obrador y también toques de iluminación artificial de efecto en algunos puntos.
En fachada, el obrador adquiere una presencia elegante en el paseo marítimo, con una composición reticular de tres colores combinada con los elementos necesarios en la fachada: el gran hueco con lamas donde se ubican las máquinas de ventilación y refrigeración, la entrada al obrador y el hueco del ventanal que introduce la luz natural. Solo hay imágenes del exterior, por petición del cliente.
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